Mientras la actividad del volcán Taal en Filipinas perdura por una semana, la Federación de Asociaciones de Coreanos en Filipinas ha activado los esfuerzos por minimizar los daños y evacuar a los coreanos afectados.
Según dicha entidad, en un radio de entre 30 y 40 km del volcán viven unos 3.500 coreanos que o bien operan negocios turísticos, como alojamientos, o bien son jubilados de edad avanzada. Los primeros son los más afectados, al desconocerse cuánto durará la actividad del volcán. Hasta la fecha los registros indican menos movimiento, pero la alerta se mantiene en nivel 4.
La Federación de Asociaciones de Coreanos, en permanente contacto con las autoridades diplomáticas del país, ha preparado medidas de evacuación y ha asignado como refugio temporal varios lugares públicos de Manila. También han repartido máscaras de protección para respirar, y han comenzado actividades voluntarias para limpiar las cenizas.