Todos los viajeros que lleguen a Corea del Sur desde China, donde brotó y se propaga rápidamente un nuevo tipo de coronavirus, deberán a partir del 28 de enero rellenar un cuestionario sobre su estado de salud.
El Centro Coreano de Control y Prevención de Enfermedades dio a conocer el domingo 26 que, a medida que crece el riesgo de contagio por viajeros procedentes de China, clasifica no solo la ciudad de Wuhan, lugar de brote de dicho virus, sino todo el territorio chino como "zona infectada sujeta a control sanitario". Así, todas las personas que lleguen a Corea del Sur en vuelos o barcos desde China deberán declarar su estado de salud y pasar por un control sanitario en los aeropuertos o puertos de todo el país, proceso al que hasta la fecha eran sometidos solo los viajeros que venían de Wuhan.
Esta medida considera la posibilidad de que personas infectadas con el nuevo coronavirus lleguen desde otras partes de China, al cancelarse los vuelos entre Corea del Sur y Wuhan al quedar esta última ciudad bloqueada a órdenes del Gobierno chino.
A fin de reforzar el control sanitario sobre los viajeros procedentes de China, el Centro de Control de Prevención de Enfermedades movilizará unos 200 agentes más. Quienes no colaboren con el control epidemiológico o falseen en sus declaraciones podrán ser sancionados con una multa máxima de 20 millones de wones y hasta dos años de prisión.