Los indicadores de consumo e inversión bajaron notablemente en enero, tras mostrar signos de recuperación por dos meses consecutivos.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas, las ventas minoristas cayeron un 3,1% intermensual, registrando el mayor descenso en 9 años, desde febrero de 2011.
Al finalizar el plazo de rebaja sobre el consumo especial, el consumo de bienes duraderos -como automóviles- registró un descenso del 8,5%, mientras que bienes semi-duraderos -como calzados y bolsos- bajaron un 2,2%. Se estima que la psicología del consumidor se vio afectada por el brote de COVID-19.
Mientras, el índice de inversiones disminuyó un 6,6% en enero, presumiblemente por las inversiones masivas del mes anterior en instalaciones para fabricar semiconductores.
La oficina de estadística analiza que el impacto del COVID-19 en la economía surcoreana tuvo efectos limitados en el consumo en enero, aunque se dejará sentir en los meses siguientes.