El Gobierno japonés ha aprobado unos textos escolares para estudiantes de secundaria con explicaciones que distorsionan la verdad histórica sobre las islas Dokdo y otros hechos mientras ejercía dominio colonial sobre Corea. 

Se trata de diecisiete textos que abarcan tres asignaturas: historia, geografía y educación cívica. De ellos, el 80% afirma que actualmente Corea ocupa Dokdo de forma ilegal. Incluso uno de ellos alega que dichos islotes nunca pertenecieron a otro país, excepto a Japón. 

En cuanto a la movilización forzosa y explotación de obreros surcoreanos durante el colonialismo, presentan unilateramente la postura de Tokio, que afirma que dicho problema quedó resuelto con el acuerdo básico firmado en 1965, además de extinguir cualquier derecho de particulares a reclamar indemnizaciones.

En tanto, apenas dos textos de historia aluden a las llamadas "mujeres de consuelo", pero no usa la expresión "esclavitud sexual", y solo las describe como "mujeres que vinieron de Corea, China y Filipinas para servir a los soldados japoneses". 

Ante la aprobación de estos libros, el Gobierno surcoreano convocó al embajador japonés en Seúl, Koji Tomita, para presentar una queja oficial y exigir la rectificación de esos textos, enfatizando que Japón tergiversa la historia, desfigurando, limitando u omitiendo los hechos del pasado.