Los líderes de los países del G20 mantuvieron una reunión urgente el 26 de marzo, hora coreana, para coordinar acciones contra el COVID-19, pandemia que hasta la fecha registra más de 520.000 contagios y 23.000 fallecidos a nivel mundial.
En una reunión por videoconferencia, algo insólito en la historia del G20 y medida adoptada para evitar contacto físico entre los mandatarios, Salmán bin Abdulaziz, rey de Arabia Saudita, país que ocupa la presidencia rotatoria, tomó la iniciativa y llamó a la solidaridad entre los países para recobrar la confianza económica a nivel mundial.
En tanto, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Gutérres, instó a cada país a elaborar un plan de acción para ofrecer una respuesta coordinada ante la pandemia, y medidas para hacer frente a las consecuencias económicas.
Al finalizar el encuentro los líderes del G20 emitieron una declaración donde expresaron su férreo compromiso a luchar de forma unida ante una amenaza común. Recalcaron la inyección de más de 5 billones de dólares a medidas económicas y financieras para mitigar el impacto generado por el coronavirus.
Asimismo, los titulares del G20 coincidieron en que la prioridad actual es proteger la vida de los ciudadanos, asegurar puestos de trabajo y también ingresos, mantener la estabilidad financiera, recuperar la senda del crecimiento económico y minimizar el colapso del comercio internacional.
Por último, se emplazaron a celebrar nuevas reuniones similares, según evolucione el problema.