A partir del 1 de abril Corea del Sur impondrá un aislamiento domiciliario de dos semanas a todos aquellos que ingresen a territorio surcoreano, sin importar su nacionalidad, procedencia o duración de su estancia.
La medida llega tras aumentar el número de casos de COVID-19 detectado entre aquellos que llegan del extranjero. No en vano, de los 105 pacientes confirmados el sábado 28, 41 llegaron de otras naciones.
Solo aquellos visitantes con autorización previa o que lleguen al país con fines diplomáticos, académicos o públicos estarán exentos de esta restricción.
Aquellas personas que no tengan dónde permanecer aislados durante esas dos semanas, serán trasladados a instalaciones habilitadas por el Gobierno, para cumplir con el aislamiento obligatorio de 14 días , y deberán cubrir todos los gastos de alojamiento.
Mientras, el Centro de Prevención y Control de Desastres se opuso a comenzar el curso escolar el 6 de abril, según lo programado, al afirmar que las reuniones o eventos de carácter masivo aún pueden ser peligrosos.
El Gobierno surcoreano anunciará el martes 31 su decisión sobre un posible nuevo aplazamiento del inicio de las clases y la opción de optar por un sistema de curso en línea.