Corea del Sur ha decretado la primera expulsión del país de un extranjero por rechazar la cuarentena contra el COVID-19.
Se trata de una mujer taiwanesa que rehusó acatar las medidas del Gobierno, alegando que no tenía ni dónde estar en aislamiento ni los recursos económicos suficientes para cubrir el coste de las instalaciones habilitadas por las autoridades surcoreanas.
Así, fue expulsada del país y repatriada el 5 de abril, tres días después de llegar a Corea del Sur. Su rechazo a pagar por el uso de las instalaciones gubernamentales de cuarentena fue interpretado como una negativa a acatar las medidas de control sanitario del Gobierno.
A partir del 1 de abril, fecha en que las autoridades impusieron aislamiento obligatorio de dos semanas a todo viajero procedente del exterior, la entrada de once extranjeros al país ha sido vetada.