El producto interior bruto de Corea del Sur bajó un 3,3% en el segundo trimestre de 2020, siendo la caída más pronunciada en más de dos décadas, después del -6,8% sufrido entre enero y marzo de 1998, cuando el país atravesaba una de las peores crisis financieras de la historia. Incluso supera el desplome registrado los tres últimos meses de 2008, durante la crisis financiera global, cuando el PIB retrocedió un 3,28%.
La caída deriva de las exportaciones, que entre abril y junio de 2020 perdieron un 16,6%, al disminuir las ventas al exterior de automóviles, carbón y productos petrolíferos, con un recorte trimestral no visto desde los años setenta, concretamente desde el cuatro trimestre de 1963, cuando la economía surcoreana no poseía un grado suficiente de madurez.
Así las cosas, resulta complejo que Corea del Sur consiga amortiguar este bache económico y mantener la caída en un -0,2%, tal y como vaticinaba la previsión inicial del banco central para 2020.
El consumo privado, en cambio, aumentó un 1,4%, protagonizando un repunte tras el primer trimestre, periodo en que sufrió una merma del 6,4%.