El Ministerio de Exteriores ha decidido repatriar a un diplomático surcoreano, actualmente destinado a un tercer país, tras las acusaciones de acoso sexual mientras trabajaba en Nueva Zelanda en 2017.
La medida llega seis días después de que Jacinda Ardern, primera ministra neozelandesa, aludiera al tema durante una conversación telefónica mantenida con el presidente Moon Jae In el 27 de julio.
Exteriores aseguró que el Gobierno surcoreano cooperará con Nueva Zelanda si solicita formalmente un proceso judicial.
No obstante, consideró "inapropiado" que Nueva Zelanda recurriera a los medios de comunicación sin haber presentado una solicitud formal al respecto, además de mostrar cierto malestar por mencionar al tema durante la llamada entre ambos mandatarios.
Según Exteriores, a principios de ambas partes intentaron negociar una indemnización, pero al no llegar a un acuerdo la víctima reveló el tema a la prensa.
El ministerio niega que haya intentado encubrir el tema y afirma haber presentado el caso ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos.