Mientras aumenta la tensión entre Estados Unidos y China, el gigante asiático ha flexibilizado el control migratorio a viajeros surcoreanos. La medida se entiende como una estrategia de Beijing para reforzar sus relaciones con Corea del Sur, considerando que Seúl es aliado de Estados Unidos.
Según fuentes de Beijing, el Gobierno chino recibirá desde el 5 de agosto solicitudes de visa de ciudadanos surcoreanos con permiso de estancia válido o que deseen visitar su país por estudios o trabajo. Eso convierte a Corea del Sur en la primera nación sobre la que China relaja el control migratorio, desde que prohibiera la llegada de extranjeros a su territorio a finales de marzo.
La decisión considera la situación relativamente estable de China y Corea del Sur en cuanto a pautas contra COVID-19, así como la urgencia de normalizar los viajes entre ambos países, para reactivar el intercambio económico-comercial bilateral.
Además, la flexibilización del control migratorio entre China y Corea del Sur abre la puerta a la organización, según estaba previsto, de una visita del presidente chino Xi Jinping a Seúl durante 2020.