El comandante de las fuerzas combinadas Corea del Sur-Estados Unidos (USFK), Robert Abrams, afirmó que aún queda "un largo camino por recorrer" para el traspaso del control del mando militar en tiempos de guerra del Ejército estadounidense al de Corea del Sur. 

Abrams hizo estos comentarios el día 11 durante un seminario en línea organizado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), con sede en Washington, cuando ofreció explicaciones sobre las actualidades del problema norcoreano y la alianza entre Seúl y Washington. 

El general estadounidense alegó que los dos aliados están implementando los planes para la transferencia del mando militar basados en las tres condiciones acordadas por los ministros de Defensa de ambas naciones en 2015. Señaló que hay 26 tareas por completar para cumplir la "primera condición", que consiste en que el Ejército surcoreano debe asegurarse de las capacidades clave para asumir el mando operativo en tiempos de guerra. Es inusual que un alto funcionario militar revele públicamente los detalles del acuerdo.

Asimismo, Abrams subrayó que hubo más avances en 2019 que en los tres años anteriores, pero que aún hay mucho trecho por recorrer. 

En cuanto a Corea del Norte, afirmó que el régimen norcoreano cerró sus fronteras para evitar la propagación del COVID-19. Según él, el Norte habilitó nuevas zonas de amortiguación en la zona fronteriza con China y envió su tropa especial al recinto para impedir que las personas crucen las fronteras de manera ilegal. Agregó que Pyongyang actualmente no muestra indicios de provocación y aparentemente está demasiado abocado en la lucha contra el coronavirus y la recuperación de los recientes daños por tifones.