Presidencia acusó fuertemente el jueves 24 al régimen de Pyongyang por la muerte a tiros de un funcionario surcoreano en aguas norcoreanas, exhortándole a esclarecer el caso y castigar a los responsables de este atroz incidente. 

Las autoridades de la Oficina de Seguridad Nacional de Cheongwadae declararon, al respecto, que es injustificable la agresión del Ejército de Corea del Norte, que disparó contra un ciudadano surcoreano que no iba armado ni tenía intenciones de rebelarse provocando su muerte, y que incluso incurrió en actos de irrespeto a su cadáver. 

Criticaron que lo cometido por los soldados norcoreanos va contra las convenciones internacionales y los principios humanitarios, de ahí que Pyongyang debe disculparse y adoptar medidas contundentes para que casos tan bárbaros no se repitan en el futuro. 

La Casa Presidencial expresó, asimismo, su pésame por el finado, a la vez que se comprometió a reforzar la seguridad fronteriza, así como a tomar las acciones que sean necesarias para atajar cualquier amenaza de Corea del Norte contra el bienestar de la población nacional. 

En horas previas, el Ministerio de Defensa dio a conocer los detalles sobre el caso de un servidor público surcoreano desaparecido al que las autoridades habían dado por muerto, anunciando que finalmente el cadáver de dicho funcionario fue encontrado en territorio marítimo norcoreano y que la causa de su defunción fueron disparos efectuados por soldados norcoreanos, quienes incluso prendieron fuego a sus restos.