Las autoridades sanitarias informan que mientras persiste el sube y baja del número de nuevos contagios, el COVID-19 se cobró la vida de cerca de ochenta personas en Corea del Sur solo durante septiembre, volumen que supone el 20% del total de fallecidos por dicha enfermedad en el país. Un especial factor de preocupación es, en este ambiente, la alta proporción de ciudadanos de edad avanzada entre pacientes en estado grave.
Ante esta coyuntura, han pedido a la población cooperar al máximo durante el puente del Chuseok, designado como periodo especial de cuarentena, acatando tanto las pautas sanitarias como las recomendaciones del Gobierno de evitar los desplazamientos o visitas a sitios turísticos.
Las autoridades también anticipan que reforzarán el programa de asesoría psicológica ante la permanencia de la crisis del COVID-19 y el subsiguiente aumento de personas con depresión o ansiedad, asignando justo desde el lunes 28 doce profesionales más como consultores del teléfono de atención psicológica, el 1393.