La Agencia de Control y Prevención de Enfermedades presentó el domingo 25 que el porcentaje de adultos mayores fallecidos una semana después de vacunarse contra la gripe estacional fue del 0,02% en 2019, si bien la vacuna no causó la muerte. Aunque detalló que tales muertes pueden inducir a conexiones con la vacuna, los análisis muestran que fueron provocadas por enfermedades subyacentes.
Los datos indican que entre julio de 2019 y abril de 2020, 1.531 mayores de 65 murieron una semana después de vacunarse contra la gripe estacional, dato equivalente al 0,02% de los más de 6,6 millones de personas de esa edad que fueron vacunados.
Al respecto, la Agencia de Control y Prevención de Enfermedades explicó que una mera comparación entre los datos de la vacuna y las fechas de defunción, no muestra correlación causa-efecto alguna.
Aludió además a una tesis publicada en 2013 en la Revista del Colegio Americano de Medicina Preventiva de Estados Unidos, que incluye un estudio realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de ese país conjuntamente con nueve hospitales.
Dicha tesis analiza las fechas de defunción de personas vacunadas durante cuatro años, señalando que transcurridos sesenta días de vacunarse el 0,12%, es decir 15.455 personas de un total de 13.033.274 ciudadanos fallecieron, mientras que en el mismo periodo, la mortalidad por cada 100.000 habitantes alcanzó 442,5 muertos, observando la mayor tasa entre mayores de 85 años, con las mismas causas de defunción que las quince consideradas como principales entre la población estadounidense por la Oficina del Censo de ese país.