Seúl y Tokio mantuvieron el jueves 29 una reunión a nivel directivo sobre los temas considerados como mayor motivo de fricción entre ambos, tales como la orden de indemnización contra empresas niponas por explotación laboral en la Segunda Guerra Mundial.
El encuentro fue el primero presencial de este rango en ocho meses, tras el último de febrero, y dio continuidad al debate organizado en junio por videoconferencia tras el nombramiento de Yoshihide Suga como nuevo primer ministro de Japón.
En esencia, la reunión se centró en las decisiones del Poder Judicial surcoreano sobre firmas japonesas que movilizaron y explotaron forzosamente a obreros durante el colonialismo, y sobre las restricciones comerciales de Tokio hacia Corea del Sur.
En ese ambiente, Seúl exhortó al Gobierno del país vecino a retirar las restricciones a la exportaciones hacia el mercado surcoreano, mientras que urgió una actitud más sincera a autoridades y empresas niponas sobre la explotación laboral cometida en el pasado.
No obstante, la parte japonesa insistió en que los dictámenes de la Justicia surcoreana contra sus empresas vulneran el Derecho Internacional, e instó a Corea a cambiar de postura y hallar otra solución. Incluso avanzó que no resolver ese tema complicaría la asistencia del premier nipón a la cumbre tripartita con los líderes surcoreano y chino prevista para 2020 en Seúl.
Asimismo, ambos países chocaron sobre el vertido al mar de aguas contaminadas de la central de Fukushima, maniobra sobre la que Seúl mostró escepticismo, mientras que Tokio reiteró que esa operación no presenta problema técnico alguno.
En todo caso, ambas partes coincidieron en la necesidad de superar los problemas y las fricciones mediante el diálogo.