El Tribunal Regional de Suwon condenó el jueves 14 a Lee Man Hee, líder de la secta religiosa Shincheonji, a tres años de prisión con cuatro años de libertad condicional por malversación y obstrucción a la actividad de las autoridades.
Sin embargo, fue declarado inocente de incumplir la Ley de Prevención de Enfermedades infectocontagiosas, pues las autoridades sanitarias pidieron a la secta un listado de sus instalaciones y de fieles, no datos de personas infectadas, y por tanto quedaría fuera del alcance de esa norma.
La Ley de prevención de enfermedades infectocontagiosas define como estudio epidemiológico toda actividad realizada para medir el grado de propagación y prevenir contagios tras la administración de vacunas.
Conforme a esa definición, el tribunal estimó que la lista que exigieron las autoridades no puede considerarse como "estudios epidemiológicos", al no aludir a "personas infectadas o lugares donde surgieron casos de COVID-19", sino a todas las instalaciones de la secta y sus fieles, al margen de los contagios. Así, consideró que la omisión parcial de datos por parte de Shincheonji no incumplió dicha ley.
En cambio, sí consideró culpable a Lee Man Hee de malversar unos 5.600 millones de wones, fondos de la secta reunidos mediante donaciones de fieles, así como de organizar actividades religiosas en lugares públicos sin autorización de las autoridades regionales entre 2015 y 2020.