Han pasado veinte años de la muerte de Lee Soo Hyun, un joven surcoreano que falleció tras salvar a un hombre ébrio en el andén del metro en Tokio, que es recordado por los japoneses como un "héroe civil".
De hecho, aún muchos japoneses conmemoran su sacrificio, pese a los difíciles momentos que actualmente priman en las relaciones entre Corea del Sur y Japón. Así lo corroboran los más de 40 millones de wones reunidos en donaciones solo en enero en el país vecino para una fundación que otorga becas en homenaje a su figura, bautizada con sus iniciales LSH, entidad que en las últimas dos décadas ha ofrecido ayuda a unos 1.000 estudiantes internacionales en Japón.
También oficiaron un acto por el 20º aniversario de la muerte de Lee Soo Hyun, gracias a la cooperación y solidaridad de comerciantes próximos a la estación de metro de Shin Okubo, lugar donde murió Lee Soo Hyun, si bien la ceremonia fue más modesta que otros años por la pandemia.
La madre del difunto, así como el nuevo embajador de Corea del Sur en Tokio, Kang Chang Il, enviaron mensajes conmemorativos, mientras que el primer ministro surcoreano Chung Sye Kyun y el jefe del partido oficialista The Minjoo, Lee Nak Yon, mandaron unas coronas de flores.