Hasta el 23 de febrero Corea del Sur acumula 87.681 casos de coronavirus tras sumar 357 nuevos, 330 domésticos y 27 del exterior. Y aunque el ritmo de contagios es claramente inferior al de antes de la festividad de Año Nuevo Lunar, las autoridades siguen considerando la situación como inestable. 

La preocupación deriva del número reproductivo básico (R0), que indica a cuántas personas puede transmitir el virus cada infectado, pues desde finales de enero refleja un continuo ascenso. Durante la semana pasada llegó a 1,12 puntos, mientras los niveles superiores a uno indican que la propagación persiste. 

Así, el primer ministro Chung Sye Kyun advirtió el martes 23 a los propietarios de bares y establecimientos de ocio nocturno, que habrá duras sanciones en caso de no respetar las pautas sanitarias. En concreto, aludió a la suspensión de negocio al primer incumplimiento, además de ser excluidos del subsidio selectivo por COVID-19, cuyo reparto es inminente.