Estados Unidos suspendió el uso de la vacuna de Janssen el martes 13 (hora local) tras detectar, según una declaración conjunta del Centro de Control de Enfermedades y la Adminisración de Alimentos y Medicamentos, seis casos graves de trombosis entre los vacunados.
Las afectadas son seis mujeres de entre 18 y 48 años, que empezaron a mostrar síntomas anormales entre seis y trece días tras recibir la inyección. Una de ellas, residente en el estado de Nebraska falleció, mientras que el resto se halla en estado crítico.
Según las autoridades sanitarias estadounidenses, a nivel nacional distribuyeron 16 millones de dosis de Janssen, y hasta el 12 de abril el fármaco fue administrado a 6,8 millones de personas.
El Centro de Control de Enfermedades instó a aquellos vacunados con Janssen a acudir inmediatamente al médico y recibir tratamiento en caso de presentar fuertes dolores de cabeza, de estómago o en las piernas, o dificultades de respirar.
Corea del Sur firmó con Janssen un contrato para comprar seis millones de dosis, que pensaba administrar durante el segundo trimestre.