El Gobierno revisó el miércoles 21 posibles medidas a adoptar para reducir el impacto y las pérdidas humanas por la ola de calor.
Prioritariamente, las autoridades intentarán comprobar la salud de ancianos que viven solos, considerados los más vulnerables a condiciones climáticas extremas, para facilitarles equipos de aire acondicionado. También habilitarán más refugios contra el calor para personas sin techo o en viviendas precarias, y adoptarán medidas para minimizar los inconvenientes del calor en centros de vacunación y diagnóstico de COVID-19.
También reforzarán el control de las pautas de prevención de hipertermia u otras enfermedades derivadas del calor entre los trabajadores, como la obligación del empleador de proveer al personal de suficiente agua, sombra y horas de descanso, artículos contra el calor como mangas o chalecos refrigerantes, y adoptar jornadas laborales flexibles.
En cuanto al suministro de electricidad, asegurarán una reserva adicional de 8,8 gigavatios mediante la operación de centrales nucleares actualmente inactivas.