El presidente estadounidense, Joe Biden, pronunció el martes 21 (hora local) su primer discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en el que insistió en que desplegará una diplomacia seria y constante respecto a Corea del Norte. Sin embargo, no mencionó los recientes ensayos de misiles norcoreanos.
Biden enfatizó que seguirá esforzándose por cumplir con las promesas hechas y llevar a la práctica planes viables para mejorar la vida de los habitantes norcoreanos.
Asimismo, puntualizó que el Indo-Pacífico es el nuevo eje de las políticas exteriores y de seguridad de Washington, anticipando que reforzará aún más sus alianzas en dicha región. Recalcó que Estados Unidos no desea una nueva guerra fría o un mundo dividido, de ahí que está dispuesto a cooperar con otras naciones y a enfrentarse con valentía a aquellas potencias que pretenden dominar a Estados más débiles.
En todo su discurso, Biden no hizo comentarios directos sobre China. No obstante, el presidente chino, Xi Jinping -quien tomó la palabra después- lanzó una indirecta a Estados Unidos al sostener que nadie tiene derecho a evaluar de forma arbitraria al otro y que la democracia no pertenece a ninguna nación en particular.
De este modo, se analiza que los líderes estadounidense y chino manifestaron tácitamente que contrarrestarán al otro fortaleciendo los vínculos con sus vecinos, eso sí, sin alimentar la rivalidad militar o el aumento de hostilidades.