El presidente Moon Jae In ha calificado los recientes ensayos balísticos de Corea del Norte como una escalada de tensión de "baja intensidad", y no lo suficientemente graves para que Estados Unidos abandone el diálogo. 

Moon hizo estas declaraciones el jueves 23, durante una rueda de prensa ofrecida durante su vuelo de regreso al país, tras cinco días en Estados Unidos para participar en la Asamblea General de la ONU. 

El mandatario surcoreano señaló que Pyongyang aún mantiene la moratoria autoimpuesta sobre pruebas nucleares y lanzamientos balísticos intercontinentales. También expresó que el país norteño está haciendo "varias consideraciones" para mantener abierta la puerta al diálogo. 

Al respecto, explicó que esperaba un gran avance que permitiera reactivar las relaciones intercoreanas con motivo de la Asamblea General de la ONU, aprovechando el 30º aniversario de la adhesión simultánea de las dos Coreas a dicha entidad, pero sus expectativas no se cumplieron. 

En cuanto a su reiterada propuesta de declarar oficialmente el fin de la Guerra de Corea, aclaró que poner fin a la guerra no tiene que ver con retirar las tropas estadounidenses del territorio surcoreano ni afecta a la alianza entre Seúl y Washington. Añadió que, tras normalizar relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos, o incluso si ambas naciones establecieran relaciones diplomáticas, las fuerzas estadounidenses permanecerán en Corea del Sur de ser necesario.