Ante la inminente adopción de medidas transitorias de vuelta a la normalidad que el Gobierno surcoreano planea activar el 1 de noviembre, el primer ministro Kim Boo Kyum ha mostrado inquietud por si los ciudadanos bajan la guardia contra la pandemia. 

Durante una reunión de gestión de crisis celebrada el martes 26, el premier advirtió del riesgo de repuntes al cambiar los marcos de control, y recomendó a la población no bajar la guardia, anticipando que los ya vacunados serán los más beneficiados con las nuevas medidas, y dispondrán de mayor libertad. Agregó que paulatinamente llegarán pautas más laxas, tanto para vacunados como para aquellos que presenten una PCR negativa. 

En este contexto, el premier aseguró que el Gobierno escuchará la voz de los que alegan que el pase de vacunación puede causar discriminación o estigmatización de los no vacunados. 

También solicitó a las autoridades sanitarias optimizar el sistema de atención médica y respuesta a emergencias, en sintonía con la ampliación del tratamiento domiciliario de pacientes de COVID-19.