La situación del COVID-19 ha empeorado en Corea del Sur.
El miércoles 24 reportaron 4.116 contagios y 586 pacientes graves, 37 más que el día anterior, además de registrar el mayor número de muertes por coronavirus desde el inicio de la cuarta ola de contagios, el pasado mes de julio.
El Gobierno pensaba analizar la próxima semana los resultados de la primera fase de "vuelta a la normalidad", que comenzó el 1 de noviembre, para decidir si pasar a la segunda fase, pero el elevado número de enfermos graves aleja dicha posibilidad.
En una reunión especial sobre COVID-19 celebrada el día 24, el primer ministro Kim Boo Kyum consideró la situación de la zona capitalina "más grave de lo esperado" y explicó que no descartan activar un plan de emergencia.
Así, las autoridades sanitarias adoptaron medidas para garantizar la atención a pacientes graves, aumentando el número de enfermos por unidad en hospitales exclusivos para COVID-19, al tiempo de reforzar los criterios de internamiento en UCI, para ingresar solo a aquellos que de verdad lo necesiten.
También aumentarán los tratamientos con anticuerpos, autorizando su administración no solo en los centros especializados, sino también en hospitales para pacientes con síntomas leves y en centros de cuidados especiales.
En tanto, el Gobierno convocará el jueves 25 una reunión del Comité de Medidas de Vuelta a la normalidad, para hablar en detalle del refuerzo de medidas preventivas.