Un grupo de dieciséis embajadores, incluyendo los de Corea del Sur, Estados Unidos, Reino Unido, Japón y la Unión Europea, se reunió en Doha con los talibanes, concretamente con Amir Khan Muttaqi, ministro interino de Exteriores afgano.

La reunión marca el segundo encuentro presencial entre un diplomático surcoreano y un representante de los talibanes tras colapsar el Gobierno de Afganistán el pasado mes de agosto. 

Actualmente, funcionarios de la Embajada de Corea del Sur en Afganistán ocupan una sede provisional en Doha, pues se vieron obligados a salir de Kabul al aumentar la inseguridad con el regreso de los talibanes. 

Según fuentes locales, la reunión duró unas tres horas y principalmente hablaron de medidas contra el terrorismo, ayuda humanitaria y posibles acciones para garantizar la educación y los derechos humanos de las mujeres en Afganistán. 

El canciller interino afgano explicó que desde la llegada de los talibanes ha disminuido la corrupción y hay menos inseguridad, además de aumentar los recursos fiscales por cobro de aranceles. No obstante, enfatizó que normalizar la economía de su país requiere desbloquear los activos de Afganistán retenidos en otras naciones. Se estima que el Gobierno afgano tiene retenidos unos 9.000 millones de dólares en el exterior, 7.000 millones de ellos en Estados Unidos.