La variante ómicron ya es la predominante entre los casos detectados en Corea del Sur, pues representa la mitad de los contagios reportados en el país. Concretamente, Gyeonggi y la zona suroeste congregan el mayor aumento de dicha cepa de coronavirus, mientras que a nivel nacional el porcentaje de casos de ómicron alcanzó el 50,3% en la tercera semana de enero.
Al ser altamente contagiosa, durante los últimos siete días Corea registró un promedio diario de 5.962 casos, un 50% más que la semana anterior.
El volumen de enfermos graves, en cambio, sigue a la baja y por primera vez en cuatro semanas se sitúa por debajo de 420 pacientes, mientras que las unidades de cuidado intensivo presentan una tasa de ocupación inferior al 20%.
Ante estos datos, las autoridades anticipan cambios en el sistema de respuesta al COVID-19. Por ejemplo, reservarán las pruebas PCR principalmente para personas consideradas como grupo de alto riesgo, y dejarán para el resto los tests rápidos de antígenos. Estas pruebas comenzarán a usarse en las zonas con mayor incidencia de ómicron, como Gwangju, Jeolla del Sur, Pyeongtaek y Anseong desde el 26 de enero.
Asimismo, a partir de dicha fecha rebajarán de diez a siete días el periodo de aislamiento y seguimiento de aquellos en tratamiento domiciliario que hayan completado la pauta de vacuanción.
En tanto, de cara a las fiestas de Año Nuevo Lunar y durante un mes, habilitarán más puestos de diagnóstico en siete áreas de servicio de las principales autopistas del país, así como en estaciones de KTX y terminales de autobús.