Corea del Sur ha activado un sistema de tratamiento del COVID-19 desde el primer nivel de atención médica, el más cercano a la población, que componen consultorios o clínicas de barrio.
La medida llega ante el rápido aumento de contagios de la variante ómicron. La atención a pacientes de coronavirus en dicho nivel básico de servicios sanitarios comenzó el miércoles 26 en Gwangju, Jeolla del Sur, Pyeongtaek y Anseong, zonas con mayor repunte de casos de ómicron, y pasará a sistema nacional el 29 de enero.
El primer ministro Kim Boo Kyum explicó que el nuevo sistema permitirá atender de forma más ágil y eficiente a aquellos con COVID-19, además de llevar un seguimiento de proximidad que permitirá a los centros de salud públicos centrarse más en la detección y gestión de casos positivos.