El Instituto de Desarrollo de Corea (KDI) prevé que la economía surcoreana crecerá un 2,8% en 2022 y un 2,3% en 2023, al ralentizarse el aumento de las exportaciones. 

El pronóstico implica una revisión a la baja respecto a la última previsión de la entidad pública del 3% para este año. La rebaja se atribuye al consumo privado, que durante el primer trimestre de 2022 no llegó al nivel esperado, al encarecimiento de las materias primas y a la subida de los tipos de interés. 

Para 2023, la previsión refleja mayor pesimismo, estimando que la economía surcoreana crecera un 2,3%, 0,5 puntos menos que en 2022, ante la desaceleración de las exportaciones y el empeoramiento de la balanza comercial, factores que - según estiman- la recuperación del consumo no podrá compensar. Además, persistirán otros factores adversos como la inestabilidad en el suministro de materias primas y en la economía china. 

En cuanto a los precios, auguran que marcarán una subida de hasta un 4,2% este año, aunque el próximo año la inflación podría remitiar y mantenerse en un 2,2% al estabilizarse relativamente el precio internacional del crudo.