A partir del lunes 20, el Gobierno permite las visitas a los asilos de ancianos, independientemente del estado de vacunación de los visitantes.

La medida llega tras suprimir las medidas preventivas de instalaciones vulnerables, como centros para mayores, hospitales geriátricos y psiquiátricos, al remitir los contagios de COVID-19.

Hasta la fecha, los visitantes debían recibir una vacuna de refuerzo para visitas presenciales, pero desde el día 20 han relajado todas las restricciones, incluido el máximo de visitantes, que se limitaba hasta 4 personas en algunos centros. Los visitantes deben reservar con antelación y presentar una PCR o prueba de antígenos negativa.  

También permiten salir a los internos en asilos de ancianos en caso de contar con un segundo refuerzo, aunque también deben presentar una PCR o prueba de antígeno negativa para regresar a sus instalaciones.