El comisario general de la Policía Nacional, Kim Chang Ryong, dimitió el lunes 27, a menos de un mes para finalizar oficialmente su mandato. La renuncia llega al aumentar la polémica por el plan del Ministerio del Interior de reforzar el control sobre la Policía mediante la creación de una "unidad de apoyo policial" dentro de la cartera.
Kim explicó que, tras reflexionar a fondo sobre su papel y las responsabilidades atribuidas al cargo que ocupa, considera que lo mejor es dimitir. También se disculpó ante la ciudadanía por fracasar al adoptar medidas para mejorar la gestión policial, en indirecta alusión a las conclusiones del Comité Consultivo para Mejorar la Policía Nacional, el organismo que recomendó crear una unidad de apoyo en el Ministerio del Interior.
Enfatizó una gestión más democrática de la Policía Nacional y la importancia de mantenerla como cuerpo neutral para el orden público, como condiciones fundamentales para que dicho organismo pueda servir debida y plenamente al pueblo. Añadió que cambios como los actuales requieren un análisis más detenido, y dijo esperar que el debate continúe.
Previamente, Kim solicitó entrevistarse con el ministro del Interior para expresarle la postura de la Policía Nacional sobre las recomendaciones del comité consultivo, pero su solicitud fue rechazada y solo pudo hablar con el ministro por teléfono.