Ante la escalada de precios del petróleo, el Gobierno ha decidido rebajar más el impuesto sobre combustibles, pasando del actual 30% a un 37%.   

Como el cambio entró en vigor el 1 de julio, la gasolina bajó 57 wones por litro y el diésel 38 wones, permitiendo a los ciudadanos reducir el gasto mensual en combustible.

En tanto, productos alimentarios como kimchi, salsa de soja y granos de café sin tostar, que requieren envoltorios individuales de plástico, quedarán exentos del impuesto al valor añadido hasta el próximo año. 

A fin de aliviar la carga financiera de los ciudadanos por el drástico aumento de precios, el Gobierno prorrogará la rebaja del impuesto sobre consumo individual por compra de automóviles otros seis meses más, hasta finales de año. 

Mientras, aquellos ciudadanos que compren su primera vivienda durante el tercer trimestre del año, obtendrán una relación préstamo-valor (LTV) de hasta un 80%, al margen de la región, el precio de la vivienda o los ingresos.