El nuevo embajador de Corea del Sur en Japón, Yoon Duk Min, anticipó que la venta de activos de empresas niponas, incautados para proceder al pago de indemnizaciones a las personas que las demandaron por movilizarlas forzosamente y explotarlas en sus centros industriales durante la era colonial, ocasionará pérdidas astronómicas a los pueblos coreano y japonés, así como a las empresas de ambos países.

El diplomático lo declaró así el lunes 8 en una mesa redonda que mantuvo con la prensa surcoreana presente en Japón. Aprovechando la ocasión para abogar por la necesidad de detener los trámites para la venta de activos, advirtiendo de que si se efectúa, es posible que se desvanezcan valiosas oportunidades de negocio multimillonario entre Corea y Japón.

El comentario del embajador deja entrever que si siguiendo el dictamen emitido sobre indemnizaciones por explotación laboral, el Tribunal Supremo surcoreano inicia la venta de los activos incautados a las firmas demandadas, el gabinete de Tokio tomará represalias y luego Corea del Sur también se verá obligado a adoptar las medidas correspondientes. Estas acciones en cadena, según cómo mira la situación, podría acarrear graves pérdidas a las empresas tanto de Corea como de Japón.

Yoon sostuvo además, que la venta de activos puede servir para la entrega de indemnizaciones a los demandantes, sin embargo en ese proceso puede quedar omitido el proceso de reivindicación del honor y la dignidad de las víctimas.