A partir del 11 de octubre, Japón relajará las restricciones de entrada a su país por la pandemia, y permitirá entrar sin visado a turistas y viajeros de corto plazo.
Así lo anunció el primer ministro Fumio Kishida en rueda de prensa el día 22 desde Estados Unidos, avanzando que desde esa fecha suprimirán el máximo de 50.000 viajeros por día y reanudarán la exención de visado a turistas por estancia breve.
Antes del coronavirus los turistas de unos 90 países, incluido Corea del Sur, podían entrar en Japón sin visado por un máximo de 90 días, pero tras la pandemia Tokio reforzó los controles de entrada a Japón para frenar la propagación del virus.
Según los expertos, la medida responde a la actual coyuntura económica de Japón, que el mes pasado registró un déficit comercial de unos 28 billones de wones - el mayor de la historia-, mientras que el dólar cotizó a más de 140 yenes por primera vez en 24 años.
Aprovechando la devaluación del yen, Japón busca atraer un flujo masivo de turistas extranjeros para reducir el déficit comercial mediante el turismo.