Estados Unidos ha condenado los últimos lanzamientos balísticos de Corea del Norte, y ha reafirmado su compromiso con la seguridad de Corea del Sur.
Durante una sesión informativa telefónica Vedant Patel, portavoz adjunto del departamento de Estado estadounidense, condenó los recientes ensayos balísticos norcoreanos - efectuados nada más partir la vicepresidenta Kamala Harris de Seúl-, además de considerarlos un claro incumplimiento de las resoluciones de la ONU y una amenaza contra la seguridad de la región Indo-Pacífico.
Pese a todo, afirmó que Washington seguirá manteniendo un enfoque diplomático hacia Pyongyang, urgiendo al régimen a volver a la mesa de diálogo.
Asimismo, el Comando del Indo-Pacífico de Estados Unidos emitió un comunicado sobre los últimos ensayos norcoreanos, enfatizando que siguen de cerca los movimientos de Pyongyang y están en constante comunicación con socios y aliados.
Por último señaló que, si bien los recientes lanzamientos no suponen una amenaza directa contra los ciudadanos y territorios de Estados Unidos y sus aliados, el programa balístico-nuclear de Corea del Norte genera inestabilidad en la situación geopolítica de la zona.