La inflación esperada refleja las previsiones sobre la subida de precios de los próximos doce meses y sirve para analizar la psicología y el comportamiento de los consumidores.
Según el Banco de Corea, dicho índice actualmente está en el 4,2%, 0,1 punto menos que en octubre, mes en que ganó 0,1 punto al remitir la inflación esperada por dos meses consecutivos, agosto y septiembre. Sin embargo, en julio alcanzó un 4,7%, el mayor nivel desde que empezaron a recopilarse estadísticas relacionadas.
En tanto la inflación percibida, dato que indica la percepción de los consumidores ante la subida de precios del último año, bajó al 4,2%.
El banco central analiza que la mejora en las expectativas de los consumidores sobre la inflación se atribuye a la relativa estabilidad del precio de combustibles y verduras, a cierta atenuación en la fortaleza del dólar y al sutil repunte de los índices bursátiles, factores que en cierta medida compensaron el encarecimiento de los servicios públicos básicos, la comida en restaurantes y los alimentos procesados.
Paradójicamente, el sentimiento del consumidor empeoró al persistir la inflación, ante la ralentización de las exportaciones y por la incertidumbre de la desaceleración económica. Así, el índice de sentimiento del consumidor bajó entre octubre y noviembre de 88,8 a 86,5 puntos.