En sintonía con diversos centros económicos, el Gobierno surcoreano valora reducir el objetivo de crecimiento para 2022 a menos del 2% ante la desaceleración de la economía nacional.
Según explicó el Ministerio de Finanzas, el Gobierno presentará en diciembre sus políticas económicas y perspectivas para 2023 y podría reducir el 2,5% previsto en junio a menos del 2%, considerando la compleja coyuntura actual, marcada por factores adversos como la subida de tipos, la inflación y las fluctuaciones cambiarias, así como la ralentización de las exportaciones.
Incluso hay pronósticos de una nueva contracción de la demanda interna para el próximo año. De hecho, entidades de peso como el Banco de Corea o la OCDE, ya han revisado a la baja la previsión de crecimiento de la economía surcoreana para 2023.
No obstante, el Gobierno podría mantener su objetivo de ingresos fiscales en torno a 400 billones de wones para el próximo año, cantidad que figura en los presupuestos para 2023 y que presentó al parlamento en septiembre, considerando el desfase entre la posible desaceleración económica del próximo año y el impacto impositivo.