Tras la orden ejecutiva emitida por el Gobierno para obligar a los camioneros a volver al trabajo, la Confederación Coreana de Uniones Comerciales solicitó una intervención urgente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En respuesta, la OIT envió el 2 de diciembre una petición a Seúl solicitando una explicación sobre dicha orden.
El sector sindical surcoreano alega que obligar a los camioneros a retomar sus labores incumple los acuerdos de la OIT, pues en valoraciones previas no consideró el paro de los transportistas como "emergencia nacional", reiterando que adoptar medidas forzosas como una orden de regresar al trabajo limitan el derecho de huelga.
Si tras escuchar la explicación del Gobierno surcoreano la OIT concluye que la reciente orden ejecutiva incumple alguno de sus convenios, su criterio jugará a favor de los camioneros.
Sin embargo, el Gobierno interpreta de otra manera la solicitud de la OIT, alegando que la entidad solo ha consultado su opinión sobre la huelga de camioneros y no ha expresado oficialmente su preocupación por dicha orden ejecutiva.