Corea del Sur, Estados Unidos y Japón ejercieron por primera vez el derecho de respuesta conjunta en la Conferencia de Desarme de la ONU celebrada el martes 31 en Ginebra, urgiendo al unísono a Corea del Norte a abandonar su programa nuclear y desistir de las provocaciones balísticas. 

Yoon Seong Mee, embajadora de Corea del Sur ante la Conferencia de Desarme de la ONU, hizo este llamado en una respuesta conjunta de los tres países, dejando entrever que Estados Unidos y Japón apoyan las políticas del Gobierno surcoreano hacia Corea del Norte. 
 
Señaló que Corea del Norte jamás obtendrá el estatus de país poseedor de armas nucleares, según la concluyente postura de la comunidad internacional. 

No obstante, explicó que pese a las provocaciones norcoreanas la vía del diálogo sigue abierta, además de enfatizar la "iniciativa audaz" que promueve la administración de Yoon Suk Yeol para lograr la desnuclearización de Corea del Norte. 

En respuesta, Corea del Norte rechazó frontalmente la sugerencia de Seúl, Washington y Tokio, además de considerar dicha declaración como un "gesto provocativo". 

Expresó que las armas nucleares son un medio de autodefensa y un mecanismo necesario para proteger la paz y la seguridad mundial, resaltando que el régimen nunca renunciará a su programa nuclear ni accederá a negociaciones con el objetivo de desnuclearizar su país.