En cuanto a la situación de los derechos humanos en Corea del Sur, Estados Unidos ve con inquietud el delito de libelo y difamación, pues a veces limita la libertad de expresión y hasta la libertad de prensa.
En su informe mundial sobre derechos humanos, el Departamento de Estado estadounidense define a Corea del Sur como un país constitucional y democrático que convoca elecciones de forma objetiva y con total libertad.
Pero como principales retos sobre derechos humanos, menciona diversos temas como límites a la libertad de expresión, corrupción, insuficientes medidas sobre violencia de género o la intolerancia a las relaciones homosexuales en el Ejército.
Aunque reconoce que el Gobierno surcoreano en principio respeta la libertad de expresión y de prensa, persisten normas dudosas como la Ley de Seguridad Nacional o el delito de difamación, que reprime en cierta medida esas libertades y el acceso a internet.
Como ejemplos más graves el informe cita la multa impuesta al exministro de Salud y Bienestar, Yoo Si Min, por difamar públicamente al titular de Justicia, Han Dong Hoon, o el registro policial que sufrió un medio digital por plantear presuntas conexiones con delitos vinculados a la primera dama, Kim Keon Hee.