Corea realizó su primer vuelo espacial privado con Hanbit-TLV, el cohete construido por la startup surcoreana Innospace.

Este vuelo marca un hito en la historia del desarrollo aeroespacial del país pues podría ser el punto de partida de la industria privada de vehículos espaciales, mientras el mercado de lanzamiento de satélites artificiales crece vertiginosamente en el mundo.

Según confirmó Innospace, el cohete fue lanzado desde el Centro Espacial de Alcántara, en Brasil, para probar el rendimiento del motor desarrollado por dicha compañía con tecnología propia. Se trata de un modelo híbrido de 15 toneladas que combina las ventajas de los combustibles sólido y líquido, además de compensar sus desventajas.

Por lo general, los cohetes con motor de combustible sólido presentan un mayor riesgo de explosión y ciertas limitaciones de control de empuje, mientras que los de combustible líquido requieren más tiempo y coste, pero el control de empuje es más fácil. 

Hanbit-TLV es un cohete de una sola etapa. Mide 16,3 metros de largo, 1 metro de diámetro y pesa 8,4 toneladas.

El recientemente lanzado realizó un vuelo espacial de 4 minutos 33 segundos. Fue construido siguiendo un programa de desarrollo de cinco años como vehículo de prueba para verificar el motor del cohete que Innospace planea instalar en el Hanbit-Nano, otro producto que piensa lanzar en 2024 con un satélite artificial pequeño.   

Actualmente, el mercado mundial de lanzamientos espaciales protagoniza un rápido ascenso gracias al explosivo aumento de la demanda de satélites artificiales. En 2022 ostentó una magnitud de 18 billones de wones y se estima que hacia el año 2029 superará los 40 billones de wones.

En este contexto destaca la apuesta de empresas como Innospace, cuya emergencia anuncia el nacimiento y desarrollo de la industria espacial privada en Corea del Sur. 

Tras analizar la trayectoria de Hanbit-TLV junto con la Fuerza Aérea brasileña, dicha startup confirmó oficialmente que el lanzamiento tuvo éxito.