Las protestas ciudadanas contra la "diplomacia humillante" del presidente Yoon Suk Yeol ante Japón continuaron el fin de semana con una marcha multitudinaria en la Plaza de Seúl la tarde del sábado 25.
Los participantes condenaron los resultados de la reciente cumbre entre Yoon y el primer ministro japonés Fumio Kishida, exigiendo anular el plan oficial para indemnizar a las víctimas de explotación laboral durante el colonialismo.
Criticaron que el Gobierno surcoreano solo se excusas sobre su conducta, insistiendo en que favorecerá la seguridad económica y a las generaciones futuras, mientras entre la sociedad aumenta la indignación sobre la tibia postura ante Japón por la explotación laboral, el tema de las islas Dokdo, la esclavitud sexual, el vertido de aguas residuales de Fukushima y la cooperación militar.
Según estimaciones de la Policía, la marcha congregó a unos 20.000 ciudadanos.