La prefectura de Fukushima, al noreste de Japón, reportó un terremoto de magnitud 5,8 a las 0:14 del viernes 15.
El epicentro del sismo fue detectado a unos 50 km de profundidad, y no produjo ningún tsunami, pero la actividad sísmica llevó a TEPCO, compañía eléctrica de Tokio y entidad a cargo de la planta, a suspender temporalmente el vertido de aguas radiactivas de la primera planta nuclear.
Previamente definieron un protocolo para suspender el vertido en caso de terremotos de magnitud superior a 5 en la primera y la segunda planta nuclear de Fukusima, aunque es la primera vez que Japón adopta esta medida de urgencia.
Aunque las inslataciones de vertido de aguas radiactivas no mostraron anomalías por el temblor, Japón ha anunciado que llevará a cabo una investigación exhaustiva antes de reanudar el vertido.