Seúl y Washington han activado un mecanismo para agilizar las consultas bilaterales de cara a mejorar el bloqueo a la financiación y el flujo de fondos para el programa balístico-nuclear de Corea del Norte.
Se trata de un "equipo de trabajo de control reforzado" y celebró su primera sesión el martes 25 (hora local) en Washington D.C. Al encuentro asistieron unos unos treinta funcionarios surcoreanos y estadounidenses, como responsables de política exterior, inteligencia, aplicación de sanciones internacionales y bloqueo marítimo.
Durante la reunión inaugural se centraron en las importaciones de petróleo refinado por parte de Corea del Norte que exceden los límites permitidos por la ONU, y en posibles acciones a adoptar para impedirlas.
En 2017, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la resolución número 2397 que fijaba en cuatro millones de barriles el volumen máximo de crudo anual que puede importar Corea del Note, y en 500.000 barriles el máximo de petróleo refinado. No obstante, el acercamiento entre Pyongyang y Moscú, entre otros factores, ha dejado prácticamente sin efecto la medida.
La segunda sesión del "equipo de control reforzado" entre Corea del Sur y Estados Unidos tendrá lugar en Seúl antes de fin de año, para abordar el contrabando de petróleo refinado y de carbón, y posibles medidas para contrarrestar dichas actividades.