El buque Choi Yeong, de la unidad anti piratería Cheonghae de la Fuerza Naval de Corea del Sur, abandonó el estrecho de Ormuz, lugar a donde acudió nada más saber que un petrolero surcoreano fuera detenido por la Guardia Revolucionaria de Irán.
Su retirada fue ordenada por las autoridades militares de Seúl, a petición del Ministerio de Exteriores surcoreano, al considerar que la presencia de un barco militar en el estrecho de Ormuz no ayudaba a las negociaciones para liberar el petrolero incautado y sus tripulantes, tras las quejas de Teherán al respecto.
En tanto, la cancillería iraní desmintió los rumores sobre la inminente liberación del petrolero surcoreano en dos semanas.
En rueda de prensa virtual, Irán confirmó el fin de semana que la incautación del barco surcoreano fue decisión de la Justicia iraní y solo las autoridades judiciales pueden decidir al respecto, descartando la validez de otras posibles fuentes. Reiteró que el petróleo surcoreano en cuestión fue detenido por problemas medioambientales en el golfo Pérsico y que ya ha comenzado el procedimiento para su posterior juicio.