El presidente Moon Jae In llamó a la ciudadanía a no preocuparse por las vacunas del COVID-19, pues el Estado reparará los daños de caso de efectos secundarios, al tiempo de anticipar que la campaña de vacunación empezará a partir de febrero, antes de lo previsto.
El mandatario explicó que considerando posibles efectos secundarios, las autoridades sanitarias fueron muy prudentes al negociar la compra de vacunas, y han establecido protocolos para dispersar y minimizar riesgos. Recalcó que el permiso de otros países no basta para usar las vacunas entre la población nacional, recalcando la necesidad de una nueva evaluación y autorización del Ministerio de Seguridad de Alimentos y Medicamentos de Corea del Sur.
Con este alegato, Moon intentó tranquilizar a los ciudadanos sobre la seguridad de las vacunas contra el COVID-19, además de avanzar que el Gobierno asumirá los daños ante posibles efectos secundarios.