Kang Chol, el embajador de Corea del Norte en Kuala Lumpur, llegó en la madrugada del martes 7 a Beijing, tras haber sido expulsado de Malasia por las autoridades locales y obligado a abandonar el país en 48 horas. 

Antes de partir de Malasia, el embajador resaltó que haber sido designado como "persona non grata" es una medida extrema. En respuesta, el país norteño también decidió adoptar la misma medida, si bien el embajador malasio ya había regresado previamente a su país.

En tanto, el primer ministro malasio, Najib Rajak, dio instrucciones de impedir la salida de los norcoreanos de Malasia hasta constatar la seguridad de los ciudadanos malasios en Corea del Norte. Mediante un comunicado condenó contundentemente la decisión de Pyongyang de impedir salir de su país a los ciudadanos malasios.