Mientras Corea del Norte podría estar preparando un nuevo ensayo nuclear, el lunes 13 comenzó el entrenamiento conjunto entre las fuerzas surcoreanas y estadounidenses llamado Key Resolve.
Las maniobras continuarán hasta el 24 de marzo y movilizarán las armas estratégicas más potentes hasta la fecha, como los nuevos aviones furtivos F-35B de Estados Unidos, con tecnología invisible a los radares del enemigo. También intervendrán bombarderos B-1B y los furtivos B-2, actualmente estacionados en la isla de Guam, así como el portaaviones de propulsión nuclear Carl Vinson.
Como parte del entrenamiento, por primera vez se efectuará un simulacro de intercepción de misiles balísticos norcoreanos, considerando la hipotética instalación del sistema antimisiles THAAD en la localidad surcoreana de Seongju.