La Corte Suprema de Estados Unidos desestimó finalmente el lunes 27 -hora local- la demanda del Gobierno nipón y de japoneses-estadounidenses integrantes de organizaciones ultraderechistas, quienes solicitaban retirar la estatua a las esclavas sexuales ubicada en la ciudad californiana de Glendale.
La sentencia final fue emitida tres años después de la primera demanda interpuesta ante el Tribunal Regional de Los Ángeles por el presidente de la Alianza Global para la Verdad Histórica. Mientras, se ha dado a conocer que el Gobierno nipón también ha estado realizando gestiones para intentar eliminar la estatua.
La demanda argumentaba que instalar una estatua en símbolo de unos hechos no comprobados históricamente infringía la Constitución, al contravenir los derechos diplomáticos del gobierno federal. No obstante, el Tribunal desestimó la primera demanda alegando que la ciudad de Glendale no asoció dicha estatua con temas diplomáticos, al tiempo que su instalación coincide con las políticas diplomáticas del gobierno federal.
Entonces, la asociación japonesa apeló el dictamen emitido por el Tribunal Regional, si bien la apelación fue desestimada.