Las máximas autoridades del Gobierno estadounidense a cargo de relaciones exteriores y seguridad, en concreto el secretario de Estado Rex Tillerson, el jefe del Pentágono James Mattis y el director de Inteligencia Nacional Dan Coats, emitieron el miércoles 26 una declaración conjunta sobre Corea del Norte. 

La declaración destaca pues fue emitida tras una sesión explicativa sobre las políticas de la Administración Trump hacia Corea del Norte, gesto igualmente sin precedentes. Durante la sesión, los funcionarios definieron a Corea del Norte como una amenaza de primer orden para la seguridad de Estados Unidos, y se refirieron al problema nuclear norcoreano como una tarea prioritaria a resolver. Presentaron así la política del actual Gobierno estadounidense, basada en compaginar métodos de presión y sanciones económicas con diálogo, para inducir a Corea del Norte al abandono nuclear.

Al respecto, el círculo diplomático de Washington analiza que tanto la sesión explicativa como la declaración conjunta, envían un fuerte mensaje hacia China, al resaltar que Estados Unidos responderá con firmeza a las amenazas nucleares y balísticas de Corea del Norte. 

También hay quienes interpretan la declaración conjunta -de los jefes de relaciones exteriores, defensa e inteligencia- como un intento por apagar las críticas contra la falta de coordinación en el Ejecutivo de Trump en cuanto a políticas sobre Corea del Norte. 

La declaración proclama, entre otros objetivos, la promoción de un proceso de desnuclearización pacífica y estable de la penínusla coreana, al tiempo de enfatizar la necesidad de presionar al régimen de Pyongyang, dejando siempre abierto el camino de la negociación.