El Gobierno surcoreano ha anunciado que suspenderá temporalemente la operación de las ocho centrales eléctricas más antiguas del país, como parte de las medidas para reducir el nivel de micropolvo contaminante.
Así, esas ocho plantas alimentadas por carbón -que llevan funcionando más de 30 años- cerrarán durante un mes desde el 1 de junio.
Asimismo, a partir de 2018, el periodo de inactividad se ampliará a cuatro meses, desde marzo hasta junio, pues en ese periodo la demanda eléctrica es relativamente baja.
El gobierno estima que al suspender temporalmente la operación de las centrales eléctricas más antiguas, reducirá en un 3% la emisión de sustancias contaminantes respecto al año 2015.
Actualmente, las diez centrales más antiguas producen un 20% del total de la contaminación generada por las centrales eléctricas del país.